Máxima protección de nuestro organismo
El verano es la época en la que nos encontramos más expuestos a los efectos del calor y a la deshidratación de nuestras células. El consumo de almendras nos ayuda a protegernos regenerando el colágeno y nutriendo las células, a la vez que nos aportan vitaminas y reparan los tejidos. También mejoran nuestro sistema inmunológico y el digestivo. Se recomienda una ingesta de unas 25 piezas diarias que, en verano, pueden consumirse combinadas con ensaladas, sopas frías, batidos y helados que nos ayudarán a pasar el calor.