Un postre de origen milenario

Las almendras forman parte de nuestra gastronomía desde hace miles de años.

Uno de los manjares más antiguos que se conocen es el llamado “comerblanco” o “blancmange”. Se trata de una crema que se elabora principalmente con almendra, azúcar y almidón de maíz o de arroz, aromatizada con canela y piel de limón.

Sus orígenes se remontan a tiempo de los romanos y también se encuentran en recetarios árabes, pero es en la Edad Media cuando se hace más popular y se ha mantenido hasta el día de hoy en algunas comarcas de Tarragona y Menorca.

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