Almendras siempre frescas
Aunque las almendras tienen una larga vida de conservación, conviene tomar unas medidas para garantizar su frescura y calidades alimentarias. Si guardas tus almendras naturales en el frigorífico o en el congelador, durarán al menos dos años. Las almendras tostadas también se conservan mejor dentro de un recipiente hermético en la nevera o en el congelador. Las almendras no pierden su valor nutricional aunque estén congeladas.